El actual líder de la Division de Honor se deshizo sin ningún tipo de problemas del Elche Mustang, en la eliminatoria de cuartos de final que menos color tuvo, ya que salvo en el primer cuarto del partido, el resto estuvo en manos, de manera inmisericorde, del conjunto navarro que acabó venciendo con rotundidad por 37-21. El conjunto de Ambros Martín acabó imponiendo la enorme diferencia de plantilla, más si cabe tras la lesión de la central ilicitana Cristina Cabezas, que decantó el choque tras el descanso al que se llegó con ventaja del Itxako por 15-11, para después poner tierra de por medio de manera paulatina, con la portuguesa Barbosa como máxima realizadora con ocho goles.
La segunda eliminatoria de cuartos de final enfrentó al vigente campeón, el Akaba Bera Bera y a un novato, el Castro Urdiales, que le plantó cara durante buena parte del encuentro, pero que acabó siendo víctima de sus errores, sobre todo en las penas máximas.El partido caminó por la igualdad durante el primer tiempo, aunque con ventajas vascas que supieron aprovechar las intervenciones de Johanna Bouveret en portería y los lanzamientos de Anna Puko.Tras el descanso, fue el equipo cántabro el que llevó la iniciativa gracias al acierto de su defensa 5-1, hasta que con empate a 18 en el marcador se atascó de manera incomprensible encajando un parcial demoledor de 8-1 en diez minutos, después de errar hasta tres penas máximas.Cuando todo parecía perdido para las castreñas, 25-19 a menos de cinco minutos para el final, apareció el acierto y la garra del Castro Urdiales que incluso dispuso, fruto de su presión desesperada, de un último balón en los últimos segundos para llegar a la prórroga, pero lo perdió de manera absurda con todo a su favor.
La segunda eliminatoria de cuartos de final enfrentó al vigente campeón, el Akaba Bera Bera y a un novato, el Castro Urdiales, que le plantó cara durante buena parte del encuentro, pero que acabó siendo víctima de sus errores, sobre todo en las penas máximas.El partido caminó por la igualdad durante el primer tiempo, aunque con ventajas vascas que supieron aprovechar las intervenciones de Johanna Bouveret en portería y los lanzamientos de Anna Puko.Tras el descanso, fue el equipo cántabro el que llevó la iniciativa gracias al acierto de su defensa 5-1, hasta que con empate a 18 en el marcador se atascó de manera incomprensible encajando un parcial demoledor de 8-1 en diez minutos, después de errar hasta tres penas máximas.Cuando todo parecía perdido para las castreñas, 25-19 a menos de cinco minutos para el final, apareció el acierto y la garra del Castro Urdiales que incluso dispuso, fruto de su presión desesperada, de un último balón en los últimos segundos para llegar a la prórroga, pero lo perdió de manera absurda con todo a su favor.
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