El Molly Celba se impuso con comodidad al BM Alcobendas en un partido bastante negro del conjunto madrileño. Resumiendo brevemente: Fue imposible vencer en el feudo leones.
En algunos momentos del partido no estuvo mal la defensa (que fue 5-1 todo el partido salvo en el último tramo que vario a 6-0), pero el ataque de esta tarde fue francamente pobre, muy fallón en los lanzamientos. Al descanso, tras una primera parte repleta de imprecisiones del lado de las de Torrescusa, se llegaba con un 11-6 para el equipo que dirige Diego Soto. Sin embargo todavía estaba por llegar lo peor: nos referimos al primer cuarto de hora de Alcobendas en la segunda mitad, que fue totalmente estéril. Por suerte cuando el partido comenzaba a encarar su recta final el equipo de Alcobendas descubrió una cierta recuperación y, por un momento, reactivó sus constantes vitales: la defensa en 6-0 atrás y la presencia arriba de Silvia Arderius, Navidad Sánchez y Marion Anti en la primera línea revitalizó un poco el balonmano de las visitantes. Tanto, que Alcobendas llegó a colocarse 19-17 por detrás en el marcador cuando no faltaban demasiados minutos. Pero fue un espejismo: una inoportuna exclusión, más fallos de lanzamiento y una infracción por pisar la línea de seis metros al lanzar desbarataron cualquier opción de remontada. Conclusión: un último arreón del Molly Cleba les sirvió a las leonesas para amarrar los puntos e imponerse por un claro 24-19.
¿Nombres propios? La portera local Adriana Stefani, que estuvo muy acertada; la pivote brasileña del Molly Juciela Aparecida Sales, que cosió la portería de Alcobendas con 11 goles; y si acaso la central Silvia Arderius, que con 6 goles y buen juego puso algo de color por encima del juego gris que desplegó su equipo.
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