Los cinco últimos minutos de la primera mitad hundieron a un Castro Urdiales que sin embargo dejó en el parquet del Lizarrerria una buena impresión. Con un planteamiento valiente y descarado el equipo de Santiago Abascal plantó cara al líder a fuerza de tesón y paciencia en busca de la mejor opción.
El 0 a 1 fue obra de Silvia Ederra y así permaneció en el marcador durante los siguientes cinco minutos hasta que la pivote local acertó con la igualada. A partir de ese momento Itxako llevó la iniciativa pero con exiguas ventajas. En el minuto 10 el entrenador visitante invirtió su tiempo muerto con el 4 a 1 en el luminoso temeroso de que Itxako comenzará a cobrarse ventajas definitivas. Nada más lejos de la realidad, el marcador se fue apretando hasta el 8 a 6 del minuto 20. En defensa Castro trabajaba sin descanso y con la posesión agotaba hasta el pasivo con una resolutiva Andrea Arías, autora de once goles, bien ayudada por la veterana Yolanda Sanromán.
En los cinco últimos minutos una serie de recuperaciones defensivas permitió que apareciera el contraataque con Barbosa como principal estilete. Así se alcanzó el intermedio con un parcial que no hacía justicia a lo ocurrido en esos 30 minutos. La diferencia estuvo en la eficacia de uno y otro ataque y en un ajuste defensivo ordenado por el banquillo local.
Castro no tiró nunca la toalla aunque sí echó de menos más frescura desde el banquillo. Cuando se encendió la luz roja indicando la reserva de fuerzas el partido ya estaba decidido y parcial tras parcial la ventaja se fue incrementando hasta lo once goles finales.
El 0 a 1 fue obra de Silvia Ederra y así permaneció en el marcador durante los siguientes cinco minutos hasta que la pivote local acertó con la igualada. A partir de ese momento Itxako llevó la iniciativa pero con exiguas ventajas. En el minuto 10 el entrenador visitante invirtió su tiempo muerto con el 4 a 1 en el luminoso temeroso de que Itxako comenzará a cobrarse ventajas definitivas. Nada más lejos de la realidad, el marcador se fue apretando hasta el 8 a 6 del minuto 20. En defensa Castro trabajaba sin descanso y con la posesión agotaba hasta el pasivo con una resolutiva Andrea Arías, autora de once goles, bien ayudada por la veterana Yolanda Sanromán.
En los cinco últimos minutos una serie de recuperaciones defensivas permitió que apareciera el contraataque con Barbosa como principal estilete. Así se alcanzó el intermedio con un parcial que no hacía justicia a lo ocurrido en esos 30 minutos. La diferencia estuvo en la eficacia de uno y otro ataque y en un ajuste defensivo ordenado por el banquillo local.
Castro no tiró nunca la toalla aunque sí echó de menos más frescura desde el banquillo. Cuando se encendió la luz roja indicando la reserva de fuerzas el partido ya estaba decidido y parcial tras parcial la ventaja se fue incrementando hasta lo once goles finales.
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